Este artículo es original de artalia.
El objetivo de nuestro protagonista es recoger ocho objetos repartidos por el extenso mapeado, en un orden correcto y lógico, convirtiéndose éstos en armas mortales si por error lo toca antes de tiempo. A diferencia de otros programas en la misma línea no existe un único camino a recorrer, sino que la decisión depende de la intuición del jugador, que en la mayoría de los casosno dará con el camino correcto. Existen tres tipos de enemigos, que unidos a las trampas y a los obstáculos repartidos por toda la estructura aumentarán la dificultad e incrementarán la adicción, sin duda el punto clave del programa.
Pasó desapercibido en su época -mandaban las grandes casas, tanto españolas como extranjeras-, pero visto hoy en día hay que reconocerle un extraordinario buen hacer a sus programadores -sobre todo en el apartado gráfico-, que se esmeraron en dotar al juego de una gran adicción y un maravilloso colorido.
Aunque a simple vista pudiera parecer una conversión directa en el apartado gráfico, como en tantas otras ocasiones (lo que en este juego sería algo bueno, dado el gran colorido de la versión para Spectrum), hemos elegido una pantalla para la ficha que os puede desvelar un trabajo que no siempre se aprecia: la confusión de atributos entre el sprite del protagonista y el decorado se ha corregido, aprovechando las posibilidades de la máquina. Esto, junto a la diferente melodía que suena en la presentación del juego, es razón más que suficiente para considerarla tan buena como la anterior.
Punto en contra
- Difícil de acabar