Review escrita por Parapam.
Battle Cross es uno de los típicos juegos de naves de los que tanto se veían en los salones arcade y soportes caseros. Con tanta competencia está claro que Battle Cross debía de tener alguna característica especial que le hiciese atractivo respecto a otros juegos del estilo.
Cuando pensamos en Battle Cross, lo primero que se nos debe venir a la cabeza es la música. Los creadores pensaron en que esa canción se convirtiese en el principal referente del juego desde el mismo momento en el que empieza la partida y suena por primera vez. La canción vuelve a sonar cada vez que terminamos un nivel, como signo de nuestro triunfo.
Dejando de lado la música y centrándonos en el juego en si, decir que Battle Cross consta 5 niveles diferentes, aunque los dos últimos son practicamente idénticos. Nuestra nave deberá enfrentarse a enjendros espaciales y evitar peligros como meteoritos, tormentas y radiaciones cósmicas.
En el primer nivel nos meteremos de lleno en una tormenta de asteroides, mientras deberemos hacer frente a nuestros enemigos y mantenernos alejados de las radiaciones emitidas por el planeta, que nos harán pedazos. El segundo nivel sigue la misma dinámica que el primero. Los enemigos en forma de flecha se cambian por otros más «insectoides», y en lugar de un planeta inestable tenemos una especie de astro generador de rayos, que por cierto, aumentan o disminuyen la velocidad de nuestros oponentes.
El tercer nivel es completamente diferente al resto. Manejamos a la nave desde una vista trasera en lugar de lateral, y nuestro objetivo es alcanzar el astro brillante que no para de moverse al fondo. Si fallamos, aparte de perder una vida, volveremos al segundo nivel de nuevo. Afortunadamente no es muy difícil de conseguir.\r\nLos niveles cuarto y quinto presentan un aspecto laberíntico. Deberemos evitar tanto las paredes como las hordas de enemigos que vendrán desde el final de la pantalla. Nuestro objetivo será precisamente llegar hasta ahí para terminar el nivel. El nivel quinto es exactamente igual al cuarto, salvo con las paredes amarillas en lugar de azules y con más enemigos.
Los gráficos del juego no son nada del otro mundo. Las animaciones destacan por su casi total ausencia. Cuesta imaginarse lo que se supone que representan los enemigos y astros del juego.
El sonido llega a ser estridente en el tercer nivel, con el constante «ding» del astro reluciente, aunque el resto de niveles tienen un sonido acorde a su contenido.
Otras versiones
- Battle Cross (Arcade, 1982). La versión arcade, de similar planteamiento, presenta muy pocas cosas en común respecto a la versión para MSX. En ella hay un total de cuatro niveles: los dos primeros corresponden al primer nivel de la versión MSX, siendo el segundo de ellos la parte correspondiente a la tormenta de asteroides. En el tercer nivel hay que destruir una especie de ente biológico espacial, para lo cual habrá que disparar a cada una de las partes que lo constituyen. En el cuarto y último nivel aparece una gran nave espacial enemiga a la que habrá que destruir. En esta versión el planeta de la parte inferior de la pantalla está presente en todos los niveles. Los enemigos aparecen en formación, de forma similar a clásicos como Galaga. La melodía característica del título de MSX no aparece.
Puntos a favor
- Niveles suficientemente numerosos y variados.
- La melodía del juego es memorable.
Puntos en contra
- Gráficos mediocres, llegando a ser imposible de imaginar lo que se supone que representan los sprites.
- Sonido repetitivo y en ocasiones hiriente.
Valoración
- Gráficos: 75
- Sonido: 85
- Jugabilidad:70
- Total: 76