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Montana John and the Templar’s Treasure
Infinite (2008)
Montana John and the Templar’s Treasure es un éxito reciente que a mí me sorprendió tanto por su calidad técnica como también por lo bien que me lo he pasado jugando con él.
La historia que da lugar al juego nos es narrada al principio a modo de pase de diapositivas acompañado de música. Es algo parecido a lo que se podía ver en Nemesis 2, salvando las diferencias de contexto entre uno y otro. Una vez más nos ponemos en el papel de un explorador que a raíz de encontrar un libro sobre el tesoro de los Templarios decide ir a buscarlo cueste lo que cueste. Claro que la misión no va a ser una empresa fácil. El camino está plagado de enemigos que no dudarán ni un solo momento en acabar con nuestro protagonista. Y por si eso no fuera poco, habrán algunos acertijos que será necesario resolver y que pondrán a prueba nuestra lógica.
El juego tiene todos los elementos que hacen grande a un juego de aventuras: trampas ocultas, enemigos incansables, objetos que recoger, puertas misteriosas y puzzles. Todo esto acompañado de saltos necesarios para ir de un lado a otro de la pantalla a través de las plataformas presentes en los diferentes escenarios. En algunas misiones se nos pedirá que consigamos un cierto número de gemas ocultas por el mapeado para abrir puertas y pasar al siguiente nivel. En otras ocasiones tendremos que explorar concienzudamente el escenario para encontrar la llave que nos dará acceso a la siguiente misión. Es importante andar con pies de plomo pues en muchas ocasiones si cometemos un error al colocar un objeto en un lugar, no podremos deshacer el movimiento y será necesario dejarse matar o reiniciar el juego.
Disponemos de un marcador que nos indica por un lado los puntos de vida que tenemos (HP) y justo debajo otro marcador con los puntos de experiencia (EXP) que a medida que matemos enemigos irá aumentando hasta llegar al máximo; momento en el que nuestros puntos de vida serán rellenos por completo. Es interesante que matemos al mayor número posible de enemigos para de esa manera siempre tener el marcador de experiencia al máximo y recuperar los puntos de vida gastados.
Nuestra aventura se divide en diferentes templos. Antes de cada uno de ellos tendremos que sobrevivir en una cueva infestada de enemigos y obstáculos, para conseguir una llave que nos facilite el acceso al propio templo. Una vez dentro nuestra misión consistirá en recoger varias gemas para completarlo y pasar al siguiente nivel.
Gráficamente el juego es bonito aunque los escenarios dan la sensaciones en ocasiones de estar un poco vacíos. Quizá lo que más me llama la atención es el diseño de los diferentes sprites. Destaca sobretodo el personaje protagonista en sus diferentes animaciones. Por otra parte, hay que reseñar queq el juego tiene la capacidad de mostrar una paleta gráfica mejorada si se ejecuta en un MSX2 o superior. Esto es algo que muy pocos juegos lo hacen
El sonido es magnífico gracias al apoyo del SCC y al buen hacer de Infinite. Las melodías son pegadizas y muy «aventureras». Durante el juego podemos disfrutar, además de la melodía que suena de fondo, de variados efectos de sonido. Para los amantes del sonido, podrán disfrutar de un submenú accesible desde el menú principal en el que podrán escuchar las diferentes melodías del juego. Aunque solamente se podrán oír las que previamente se hayan oído durante el juego. Desde el principio tenemos las siguientes: Game Over, Prologue y Dark Forest; y a medida que se avance en el juego un mayor número de ellas estarán disponibles.
La jugabilidad es excelente. Si os gustan las aventuras este juego os encantará. Recuerda muchísimo a los clásicos de Konami como The Goonies o The Treasure of Usas. Entretiene mucho y además la dificultad está bien ajustada por lo que no será un hueso duro de roer para los menos experimentados en este tipo de juegos. Los puzzles plantean un reto a superar para los más sesudos, ¡y ojo con equivocarse porque lo pagaremos caro!
En definitiva, un gran trabajo de Infinite que nos brinda grandes dosis de diversión frente a nuestro MSX con un gran sabor a aventura clásica.