Siguiendo nuestro recorrido por este mar de despropósitos jueguiles nos encontramos con Delta Software, otra de las empresas surgidas con el propósitos de saturar el mercado de los ocho bits en un época en que en España se compraban las cintas de juegos como los churros, pero claro, no es oro todo lo que reluce y en el blog queda demostrado de lejos
Delta fichó algunos equipos de programación que habían trabajado para Opera y Zigurat, pero lo que por lo visto no se dieron cuenta, era que estaban fichando a los autores de los peores juegos de dichas compañías
Uno de los títulos desarrollados por Diabolic Software, los autores del viciante Nuclear Bowls, fue este The Brick, un machacaladrillos que por desgracia, vino a saturar un poco más el mercado, en un género, que para mi, llegó a su máxima expresión en 8 bits con Batty.
La particularidad de este œArkanoid es que además del bate, contamos con unos disparadores de Láser que están situados en la mitad de la pantalla, bastante útiles para eliminar a los molestos enemigos.
El problema es que el juego se ralentiza una enormidad cuando usamos estos rayos, y hay muchas posibilidades de que perdamos una vida con el frenado y acelerado del juego.
Está bastante bien programado, y es relativamente jugable, pero ¡hay tantos mejores!.
La versión de Amstrad, es peor que la de Spectrum, gracias a los nefastos colores elegidos para las pantallas que hace que confundamos el borde del escenario con la pala, algo imperdonable (ver pantalla).
Arcade de plataformas que me recuerda mucho en el estilo a œLas Tres Luces de Glaurung, pero sin la gracia del juego de Erbe.
Como que en la mayoría de producciones de Diabolic; los gráficos son buenos, está bien programado, pero el juego es aburrido de narices, y ni siquiera la historia del vikingo viajando en el tiempo logra despertar nuestro interés.
Es el típico que si os hacéis un mapa, os lo pasáis en dos patadas.
Entre las versiones, la de Spectrum es un poco mejor que la de Amstrad, pero vamos, sin pasarnos.
El tema de las licencias en esta época, era la repera, y a ellas debemos algunos de los juegos más nefastos de la historia de nuestro software.
Daba igual de quien hacíamos el juego, con tal de tener un nombre famoso para encabezarlo.
En este caso, y como la compañía era pequeña, no pudieron conseguir a nadie mejor que el grupo musical œLos Inhumanos, y debieron pensar que habría que dotarlo de una dificultad acorde con el nombre del grupo.
Lo curioso del tema, es que si uno ve la caratula, puede pensar que es algo así como una nueva versión del œRampage (que me habría gustado más), y otra vez nos encontramos con el típico arcade de œaquí no hay Dios que juegue sin mapa, con una dificultad por las nubes, programado de tal manera, que todos los enemigos nos dan a nosotros leches, y nosotros casi ni los tocamos.
Es una pena, porque gráficamente es bastante bueno sobretodo en Amstrad, e incluso tiene música más o menos decente, la versión de MSX para variar, es clavadita a Spectrum.
Otro género de gran auge en nuestro país, gracias al buen hacer de Aventuras AD y el PAWS (que hasta yo me compré original), era el de las aventuras de texto.
El mercado se inundó de juegos mediocres, con inexistente vocabulario, faltas de ortografía y puzzles casi surrealistas que eran verdaderos quebraderos de cabeza incluso para los más experimentados.
Legend, es una aventura más del mogollón, al estilo de The Hobbit, con gráficos tirando a sencillotes, pero eso si, seguramente es una de las aventuras más largas de la historia¡tiene cinco cargas leñe!!.
En Amstrad, sólo tiene tres partes (aunque sospecho que el contenido es el mismo), y unos gráficos ligeramente más coloreados, aunque tarda mucho más en rellenarlos.
De la misma manera que ocurría con su juego Bloody Paws, los muchachos de Mar Entertainment, nos brindaron un juego de muy buenos gráficos arruinado por una dificultad infumable.
Sideral War, es casi un clon de Soldier Of Light o Game Over, pero es incluso más difícil que el arcade de Dinamic, debido al aluvión incesante de enemigos. ¿Porque es tan chungo?, en otra ocasión os habría dicho que porque en esa época no se probaban los juegos, porque se hacían apenas en unos meses y no había tiempo no se si algo de esto se cumple con Sideral War, pero lo que os puedo asegurar, es que si os fijáis en el mapa del juego, rápidamente os daréis cuenta del por que porque es corto de narices!!
Si con este número de pantallas, los hacen jugable, a los 15 minutos el niño de turno ya se lo está tirando por la cabeza al vendedor (con esta dificultad el cráneo del vendedor está a salvo por lo menos dos o tres días más).
La versión de Amstrad, está bastante currada a nivel de gráficos, pero el tema œjugable, no mejora nada.
Mención especial merece la œcacho portada del juego, tan buena que casi parece salida del catálogo de Dinamic.
José Vicente Pons, creador de algunos de los arcades más infumables de Opera, como Ulises y Mythos (aunque tiene buenos juegos como MOT o Livingstone II) , nos acerca a uno de los juegos más lamentables de la historia del Software español.
Empezando por su nombre, que lleva tela, esta especie de œArmy Moves+After The War, pero en cutre, nos pone a los mandos de una moto con un láser, que debe ir matando a los enemigos y esquivando agujeros (los jeeps del Army Moves los pasarás con los ojos vendados si puedes pasar esta fase).
El scroll es detestable, y cuando giramos para cambiar de dirección el 90% de las veces, somo asesinados por œalgo, que no sabemos donde está.
La segunda fase, es una copia de la segunda carga del After The War (en Amstrad sobretodo), con más colorido, y con varias plantas, pero aún así no se salva (pero si la comparo con la primera me parece un clásico del software)
Es un BODRIO, con letras mayúsculas, no vale para nada, aunque nos tocara la Vespa del sorteo.
No he logrado hacer funcionar la de MSX, pero supongo que no me he perdido nada.
Y con esto, hasta la próxima ¡¡no voy a dejar ni una compañía viva!!…