Ocean (1987)
Head over Heels fue una revolución en el mundo de los videojuegos. Sus creadores, John Ritman (programador) Y Bernie Drummond (grafista) ya tenían experiencia con Batman y quisieron realizar algo completamente «diferente», y vaya si lo consiguieron. Head over Heels usa la técnica Filmation que por primera vez usó la compañía Ultimate en el juego Knight Lore.
La historia que da lugar al juego habla del Imperio Blacktooth, situado en los confines del universo. Desde el planeta Freedom se envía a un espía para agitar a la gente en las colonias del imperio y así provocar una eventual rebelión, encontrando las coronas perdidas durante la época de la conquista. El espía es capturado y encarcelado. Nuestro papel es el de ese espía y después de salir de la prisión iremos a recuperar las coronas perdidas. El propio John Ritman admitió que a la historia le faltaba conexión con el propio juego, en una entrevista dijo: «hice todo el juego y luego le añadí esta gilipollez en los últimos diez minutos».
Lo original del juego es que el protagonista se divide en otros dos complementarios: Head (Headus Mouthion) y Heels (Footus Underium). Ambos tienen características muy diferenciadas: Head es capaz de saltar más alto, maniobrar en el aire y disparar; y su compañero Heels puede andar más rápido y coger objetos. Cuando se unen físicamente, sus características también lo hacen.
Lo primero que hay que hacer es salir de la prisión. Cada uno de ellos lo hará por caminos diferentes hasta que se encuentren en el mercado. Una vez allí tendremos que ir a la estación de teletransportes para visitar las diferentes colonias del imperio para recuperar las coronas perdidas:
- Egyptus: Una colonia inspirada en el antiguo Egipto de los faraones. La música que suena al cambiar de pantalla aún la recuerdo con ilusión.
- Penitentiary: Una colonia muy escarpada y llena de obstáculos.
- Book World: Un planeta lleno de libros que al Emperador (y sólo a él) le encanta leer.
- Safari: Inspirado en las decoraciones africanas.
- Blacktooth: Donde comenzamos el juego y desde donde accederemos a las colonias por medio del teletransporte.
Durante el juego podemos recoger unos conejos que aumentarán el número de vidas disponibles, nos harán inmunes o bien nos darán poderes especiales. En el caso de los poderes especiales uno de los personajes adquirirá las características del otro durante un tiempo limitado, así como también la inmunidad, que no es para siempre (lo bueno siempre dura poco). Para defendernos de los enemigos que nos acosarán es necesario enfrentarse a ellos en condiciones. Así que como Head tiene la hablidad de disparar tiene que conseguir primero el arma en una de las habitaciones del mapeado. Una vez conseguida podrá recoger la munición (escasa, por cierto) en forma de bandejas de donuts. Heels, por otra parte, es capaz de recoger pequeños objetos; pero para ello tiene que conseguir primero su bolso que, como en el caso del arma de Head, está oculto en las habitaciones del mapeado.
El juego es largo y no tiene la posibilidad de guardar la partida, ni tampoco un sistema de contraseñas para continuar la partida. Así que John Ritman se inventó a los peces reencarnantes. Si cogemos uno (importante que se mueva, eso indica que está vivo), cuando perdemos todas las vidas continuaremos desde el lugar donde lo hayamos cogido. Si cogemos un pez muerto lo más probable es que nos deje un mal sabor de boca, ya sabréis por qué.
Los movimientos de los diferentes personajes del juego están muy bien definidos. El bamboleo del cuerpo de Head o el movimiento de los pies de Heels al caminar son fantásticos. También los enemigos están muy bien animados, personalmente me encantan.
Gráficamente el juego es monocromo pero lleno de detalles muy buenos. Cada planeta tiene una decoración diferente y la ambientación creada es batante buena. El juego da la sensación de estar en una selva, dentro de una pirámide, en una montaña muy alta, o en una cárcel. Pocos juegos pueden alardear de unos gráficos tan bien cuidados. Los objetos, los enemigos y los personajes están perfectamente definidos. Gráficamente hablando es un regalo para la vista.
El apartado sonoro está a una gran altura. Suenan un par de melodías, al comenzar el juego, al entrar en algunas pantallas, cuando recogemos una corona y al finalizar con éxito la misión. En cuanto a efectos sonoros Head over Heels está bien servido; suenan en casi cualquier situación (al andar, al saltar, al disparar, al morir, al recoger un objeto, al mover elementos de la pantalla, etc.). Técnicamente Head over Heels es un buen juego. Solamente le hubiera hecho falta un poco más de color en los sprites y en los decorados para salir de la monocromía.
En cuanto a jugabilidad este es un juego con una curva de aprendizaje bastante suave. Desde el principio será un juego bastante accesible a los más novatos, a los pocos minutos seremos capaces de movernos con soltura. Claro que realizar movimientos más avanzados necesitará un poco más de práctica. Hay dos cosas indispensables en el juego: por un lado, conocer a los personajes, con sus virtudes y defectos y por el otro estudiar previamente las pantallas para planear una estrategia de movimiento. La dificultad en una escala de 1 a 10 estaría alrededor del 8, y es que conseguir las cinco coronas y convertirse en emperador no será cosa nada fácil.
En definitiva, un gran título que todo MSXero debería tener en su juegoteca. Si te gustan las aventuras, Head over Heels te mantendrá pegado al monitor durante un largo tiempo.
Yo me he pasado completamente el Remake del Head over Heels y la verdad que para lo alucinante que es el juego, el final es bastante cutre… Te esperas al pasarlo un baño de multitudes y lo único que aparece es una pantalla en la que sales coronado en una especie de podio con las 4 coronas a los lados y un clon tuyo lanzándote unas bolas con un cañón.
Me decepcionó.
Hola trats, bienvenido a Konamito.com. Espero que te encuentres cómodo entre nosotros 😉
He editado tu mensaje porque estaba escrito completamente en mayúsculas…
Un saludo.