Opera Soft (1987)
Jhon Nelson Brainner Stravinsky, alias «Goody», es descendiente de una muy noble estirpe y, sólo por accidentales avatares de la vida, se ve en la penosa obligación de dedicarse al no menos noble «arte» de la sustracción de bienes ajenos. Goody es continuamente perseguido por el implacable oficial de policía Rodríguez, quien, conocedor de sus andanzas, trata continuamente, con todos los medios a su alcance, de colocarlo entre rejas, lo que le supondría un preciado ascenso en el escalafón.
Pero no sólo el oficial Rodríguez tiene interés por encontrar a Goody, también «Charly el Bardeos», envidioso navajero, trata constantemente de toparse con Goody para «limpiarle» y evitar con ello que Goody consiga dar su Gran Golpe.
Ahora Goody tiene un buen plan para apartarse definitivamente de esta perra vida. Será el Golpe Definitivo, para no volver a dar ni golpe: El Asalto al Gran Banco.
Esta es la historia introductoria de este divertido juego de Opera Soft, el primero de su exitosa etapa en los 8 bits. El juego fue un éxito en MSX. De hecho hay dos versiones diferentes: una para MSX de primera generación y la otra para MSX2. Las dos son de gran calidad, los chicos de Opera hicieron un juego con auténticos gráficos MSX y no horrendas conversiones de Spectrum como sufríamos en aquellos tiempos.
La aventura tiene diversidad de situaciones que se producen en diferentes partes de una gran ciudad (¿Madrid?). Así, tenemos las alcantarillas, la ferretería, el embarcadero, la biblioteca, las estaciones del Metro y el banco, por citar algunas. Los enemigos son implacables e irán a por nosotros desde el primer momento. Para recuperar fuerzas podemos echarnos un trago de cerveza fresquita (¿hay algo mejor?) y continuar con nuestra misión. En algunas zonas será necesario que hagamos uso de nuestra escalera de mano para llegar a lugares altos. Para lograr el objetivo final del juego hay que recoger las herramientas necesarias y dejarlas en lugares concretos, así como también recuperar 13 cilindros de la caja fuerte que nos darán la combinación para abrirla. Esto no será tarea fácil por lo que el juego nos asegura un buen rato de entretenimiento.
El juego tiene detalles graciosos como por ejemplo la reacción sonora tras ingerir una cerveza (¿os la imagináis?) o la animación de los enemigos, como el oficial Rodríguez. También destacan las estaciones de Metro que están muy bien conseguidas. Creo que es uno de los pocos juegos (al menos el único que yo haya visto) en el que se puede uno subir al Metro.
En cuanto a aspectos técnicos pues decir que el juego sobresale gráficamente. Las animaciones de los personajes están muy bien. El sonido es muy simple, se limita a unos cuantos efectos de sonido durante el juego y a una melodía en el menú de opciones de juego. La jugabilidad es buena, si bien muchas veces el control de Goody es un demasiado sensible y ello nos puede hacer perder unas cuantas vidas en momentos comprometidos.