Demonia, un juego de MSX-BASIC inspirado en el clásico de Microïds

Juan Morales ha publicado recientemente su último trabajo titulado Demonia. Y seguramente el título elegido nos suene a todos por el videojuego de Microïds, publicado en 1986, que recordaba vagamente al clásico de las recreativas Ghost’n Goblins.

Pantalla de título
Pantalla de título

Pues bien, este nuevo Demonia creado por Juan está realizado usando el MSX-BASIC y funciona en MSX de segunda generación. A pesar de las limitaciones del lenguaje, su autor ha conseguido hacer un arcade que entretiene y es un auténtico reto dada su dificultad en algunos puntos del mapeado.

Demonia se inspira claramente en el juego del mismo nombre. Sus gráficos son muy parecidos a los del original y el mapeado es casi el mismo, pero aquí la diferencia está en lo que el lenguaje BASIC es capaz de conseguir con el esfuerzo de su programador: para quitarse el sombrero. Una estupenda melodía nos ameniza la pantalla de título, obra de @bitcaffe, y durante la partida oiremos algunos efectos de sonido .

Pantalla de juego
Pantalla de juego

Aquí el control del personaje es más preciso lo que permite avanzar con muchísimas más garantías. Eso sí, como he comentado, no es un juego fácil. Es muy riguroso en el salto y la detección de colisiones nos hará saltar de la silla en más de una ocasión. Disponemos de varias vidas para conseguir llegar al enemigo del final pero la barra de energía irá disminuyendo poco a poco. Cuando se agote, nuestra partida acabará irremediablemente. Menos mal que hay algunas cápsulas repartidas por el mapeado que nos darán un respiro. Conviene, por tanto, no entretenerse demasiado en superar las diferentes pantallas de las que consta el juego.

Enlace relacionado: Demonia

Un comentario sobre «Demonia, un juego de MSX-BASIC inspirado en el clásico de Microïds»

  1. Gracias Konamito por tus palabras, son el aliento y los ánimos para continuar, me lo paso muy bien haciendo lo que hago, intentando mejorar en cada proyecto, encontrando buena gente en un camino en el que muchas veces estás solo y deciden desinteresadamente y sin conocerte de nada echar una mano en forma de consejos o colaborando directamente en el juego como es el caso de Gabriel Caffarena en el apartado musical.

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