Topo Soft (1988)
Quizá habéis visto miles de películas de gangsters con Al Capone como protagonista. En 1988 Topo Soft nos dió la oportunidad de ser uno de esos policías que perseguían a Al Capone para acabar con sus fechorías en la ciudad de Chicago. En el juego encarnamos el papel de Elliot, supongo que Elliot Ness el enemigo número uno del gangster más famoso de la Historia.
El juego se divide en cuatro zonas: el Puerto, las afueras, la ciudad y por último el almacén clandestino. Para avanzar disponemos de una ametralladora con gran cadencia de disparo y unas cuantas granadas.
En la primera parte avanzaremos a pie exclusivamente. En la segunda manejamos un coche que minimizará los daños y nos permitirá avanzar más rápido. La cantidad de enemigos en esta fase es mayor que en la primera y si no nos andamos con ojo perderemos el coche a las primeras de cambio. Ya no probé más porque me liquidaron sucesivamente y aparte comenzaba a aburrirme.
Los chicos de Topo Soft han optado por representar la pantalla de juego integrada en un bonito escenario de teatro. En el patio de butacas nos encontraremos escasos espectadores que desaparecerán a medida que perdemos las vidas. Si se van todos los espectadores (son 4 inicialmente) la partida habrá acabado. Los gráficos del juego son correctos hablando de una conversión directa desde Spectrum, podemos ver diferentes colores en pantalla: amarillo y negro y blanco y negro en la zona de juego. Azul y rojo para el teatro que rodea a la pantalla de juego. Esto tampoco añade más puntos positivos al juego pero al menos sí más alegría en la pantalla.
La melodía de comienzo del juego es fantástica y muy pegadiza (ya sabéis, sonido PSG) gracias a la maestría de Gominolas. El efecto de sonido en todo el juego se limita al de los disparos propios y los de los enemigos. No hay más.
La dificultad es altísima dada la gran cantidad de enemigos que aparecen en pantalla, a la lentitud de reacción de nuestro protagonista y a que un balazo, un cóctel molotov o incluso el contacto con algún enemigo nos restará una vida. Esto nos desesperará en más de una ocasión y querremos dejar aparcado el juego o por el contrario nos picaremos para terminarlo. Los movimientos del personaje se limitan a avanzar, saltar y agacharse. No hay más y es que se echa en falta poder al menos disparar en diagonal ¿se puede? para acabar con los enemigos que aparecen en la parte superior de la pantalla. La reacción del protagonista a los controles es un poco pobre y casi siempre moriremos irremediablemente antes de poder evitar un balazo.
El juego es aburrido ya que es un simple arcade en el que no más aliciente que avanzar matando a todo lo que se nos pone por delante e intentando salvar el pellejo. Un juego recomendado para echar unas partidas y olvidarlo pronto ya que no aporta ninguna novedad al género. Por último mencionar que no poder redefinir las teclas para jugar con los cursores a los que estamos más acostumbrados los usuarios MSX es un fastidio ¡abajo el OPQA!
Puntos a favor
- Los gráficos
- La melodía del menú, obra de Gominolas
Puntos en contra
- La jugabilidad es patética
- Que nos maten tan fácilmente
Valoración
- Gráficos: 65
- Sonido: 55
- Jugabilidad: 49
- Total: 56