Activision (1984)
Beamrider es uno de esos juegos que en su época nunca lo jugué. Sin embargo, ahora que me toca escribir estas líneas lo he jugado para conocerlo mejor y tengo que decir que me ha sorprendido gratamente… pero solamente durante los primeros minutos de la partida. La acción de Beamrider tiene lugar sobre la atmósfera de la Tierra donde un enorme escudo alienígena llamado el el Escudo Restictor rodea a nuestro planeta.
Como siempre, nuestra misión es hacernos cargo de una arriesgada misión y destruir la amenaza a través de los 99 sectores en los que se divide el juego. El juego es un arcade (shoot’em up) de scroll vertical en el que tomamos el papel de una nave que se mueve sobre una rejilla dibujada en el espacio. Sobre esta rejilla nos podemos desplazar de izquierda a derecha en 5 posiciones diferentes, marcadas por las líneas verticales dibujadas en la pantalla. Los enemigos aparecen desde la parte superior y describen movimientos aleatorios de vaivén, por lo que tenemos que ser hábiles con los cursores para desplazarnos y colocarnos en la línea de su trayectoria para eliminarlos con nuestro potente cañón láser. Y es que para pasar de sector tenemos que liquidar a un cierto número de naves enemigas (15 en concreto). Este número viene representado en la parte superior izquierda de la pantalla y cuando llegue a cero habremos pasado de nivel, no sin antes enfrentarnos durante unos segundos con una nave enemiga de final de fase (pecata minuta) que se limitará a dispararnos unas cuantas veces. La única manera de destruir a esta nave es haciendo uso de nuestros torpedos (comenzamos cada sector con tres) que al dispararlos, pulsando el cursor arriba, avanzan en línea recta hasta la parte superior de la pantalla haciendo impacto en su objetivo si disparamos a tiempo. Como recompensa obtendremos puntos de bonificación.
Los enemigos no son demasiado variados, y su comportamiento es de dos tipos: estático o móvil. Los primeros intentarán entorpecer nuestros movimientos cerrándonos el paso y obligándonos a cambiar de dirección hacia un lado u otro. Los enemigos móviles, que son los más numerosos, se mueven con rapidez y disparan que ni Billy el Niño. En los primeros sectores se muestran más condescendientes con nosotros, pero según avanzamos de nivel, se vuelven más escurridizos, disparan más rápidamente e incluso se nos acercan en plan kamikaze. Para mitigar la pérdida de vidas disponemos de la ayuda de unas cápsulas amarillas que si las cogemos nos sumarán una vida a nuestro marcador, pero que si en cambio les disparamos, se transformarán en un obstáculo que tendremos que evitar a toda costa.
El juego es divertido y es lo que pretende ser. No olvidemos que tiene 25 años a sus espaldas y que en la época fue un éxito. Sin embargo, tras 5 sectores jugados la mecánica aburre porque no hay variaciones sustanciales. Los 99 sectores del juego serán a buen seguro un reto a nuestra paciencia y tesón. La dificultad no es elevada, siendo muy asequible hasta para los menos hábiles en este tipo de juegos. Aún así pasarse los 99 sectores tiene mucho mérito ¿eh?
En cuanto al apartado técnico y a pesar de su sencillez los gráficos son en color, tiene efectos de sonido y el movimiento de nuestra nave es rápido y preciso. Esto último es algo indispensable para disfrutar un juego de estas características. Tampoco es nada del otro mundo. En resumen, es un juego entretenido durante los primeros 10 minutos de juego, pero después aburre bastante. Si os sentís con fuerza, quizá podáis intentar pasaros los 99 sectores y contarlos el final…
Pues ahora que me he pasado el final de SCION estaba buscando otro juego también de naves que por el fondo iba subiendo una gran nave nodriza. Al ver la captura el la ficha de juegos pensaba que era este, pero no, en este no va subiendo poco a poco la nave nodriza, aunque este también lo tuve.
Como todos los juegos de Activision de la época está bastante bien. Voy a seguir buscando en las fichas de juegos de esta web.
Ya lo he encontrado, se llama POLAR STAR, pero solo está en cinta y eso que es un juego japonés.